miércoles, 9 de julio de 2014

TRES POEMAS DE ANTONIO DAGANZO








El más grave error de quien olvida
es creer que el olvidado hará lo mismo.
Imagino, pues, tu rostro,
su expresión de sorpresa,
o más bien desconcierto,
o mejor ira sorda,
al saberte vencida en la batalla,
que al muerto que mataste
aún le resta podredumbre de amor
para vivir.
La nota has recibido,
qué tal, qué haces, cómo sigues,
esencia de victoria y destrozado,
soy feliz.

                           De Que en limpidez se encuentre (2007)


Del convaleciente
observemos su posición horizontal,
su discurso cerrado,
ese azul que le flota sobre el rostro
a despecho de una oscura palabra
entumecida.
Cama o cuerpo de mezcla
donde el plomo y el vidrio se conjuran,
detienen el tiempo enamorado
del muchacho salvaje,
humilde que no conoce garras
pues él es el ayer sin pesadumbre.
Presenta este cansancio
el estandarte final de la refriega,
el viento en alza,
la sierpe sinuosa por los aires
que habrá de ser partida por la espada
del único guerrero en el collado.
Entonces el azul
abrirá el rostro, azada en el crepúsculo,
y plomo, vidrio, muerte serán tierra
para el comienzo eterno.

                                De Mientras viva el doliente (2010)


DESTINO

Ves esa esquina ruda,
forjada en el acero, terminante,
recto el ángulo que la imaginación completa,
que el espanto reduce al homicidio.
Piensas:
“Si la vida me exige tanta vida,
si he de ser este pecho que sus nidos prepara,
¿por qué se desgarra el firmamento,
la música celeste,
la armonía continua de los astros?
¿Por qué la voluntad me suena a sangre?”
Te lamentas incluso
de la herida tan honda de tu alma
que nunca imaginó sufrirse tanto,
llamarse por encima de la noche,
y aún sólo miras
la esquina terminante, ruda y tuya.

No la agravies sin más,
cierra los ojos,
ríndete finalmente a la condena:
camina y dobla.
Está en ti caminar hasta la muerte
aunque la muerte aguarde al otro lado
tremenda, inaplazable,
fría,
ya.
Camina y dobla.
Aprende
que al otro lado de este instante seco,
miedo o filo,
no hay herida mayor que tu futuro.

Llamarse por encima de la noche
es el destino humano.
No te defraudes nunca.

                             De Llamarse por encima de la noche (2012)

ANTONIO DAGANZO 
 

(Madrid, 1976) es poeta, narrador, periodista, divulgador cultural y musical. Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid, ha visto publicados los poemarios Siendo en ti aire y oscuro (Ed. Slovento, Madrid, 2004), Que en limpidez se encuentre (Ediciones Vitruvio, Colección “Baños del Carmen”, 2007) y Mientras viva el doliente (Ediciones Vitruvio, Colección “Baños del Carmen”, 2010; 2ª edición, 2014; en proceso de reedición en Ecuador), libro recomendado por la Asociación de Editores de Poesía, y Finalista del Premio de dicha entidad, en la modalidad de mejor obra de habla hispana publicada en 2010. Llamarse por encima de la noche (Ril Editores, Santiago de Chile, 2012) fue su primer poemario aparecido en Iberoamérica, Mención de Honor “Luis de Góngora y Argote” concedida por el Instituto de Estudios de Literatura Contemporánea (España).
Sus versos se han incluido en antologías como Agua: Símbolo y memoria (Ed. Slovento, Madrid, 2006) y 12+1: una antología de poetas madrileños actuales (Ed. Endymion, Madrid, 2012). Trabajos poéticos y narrativos de su autoría han visto la luz en destacadas revistas (Turia, Piedra del molino, Prima Littera, Calicanto, Luces y sombras o Álora, la bien cercada). Ha brindado recitales en foros como el Ateneo de Madrid o la Tertulia Literaria Hispanoamericana “Rafael Montesinos”. Ha sido traducido al alemán como narrador, y recientemente ha aparecido su primer ensayo divulgativo, Clásicos a contratiempo (Ediciones Vitruvio, Madrid, 2014), dedicado a la difusión de la música culta.



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